Las últimas elecciones del 27/9, a cargos parlamentarios y municipales de la provincia, volvieron a demostrar el retroceso del gobierno de Urtubey y su partido el PJ, que apenas se impuso en la general, por un magro 30%.
Tras la derrota en la Capital en la ultima elección a Diputados Nacionales, donde perdió frente a Wayar representante del PJ-Romero y logrando a nivel provincial sólo una de las tres bancas en juego; ahora apenas llegó al 24%, a sólo 1.500 votos del romerismo, con una abstención de más del 45%.
Los resultados confirmaron también que la votación a Diputado Nacional del derechista y terrateniente Olmedo, reflejaba el voto bronca y no un avance de la derecha como todos manifestaban.
El alto grado de abstención en la Capital marca el derrumbe de los partidos del régimen, a consecuencia de la ruptura con éstos de franjas cada vez mayores de la población.
El magro resultado del PRS (5,8%), que supo ser el pilar del bipartidismo salteño y el apenas 10% de la Coalición Cívica, son un ejemplo de esto y que de las elecciones ninguno de los partidos tradicionales emerge como una alternativa viable, frente a un gobierno en caída, que prepara más ajustes al mismo ritmo que crece la bronca y las luchas de la población, en una experiencia acelerada de los miles que hace apenas 2 años confiaron en él, frente al desgastado romerismo.
Por el lado de la izquierda, las cosas no son muy distintas, a pesar de la importante elección del PO que quedó lejos del 14% o 16% y consagrarse segunda fuerza como lo anunciaba, a pesar de la inversión millonaria que desplegó. Desnudando su política sectaria y autoproclamatoria, que lo aleja cada día mas de la gente y de la posibilidad de transformarse en una real alternativa.
Nuestra votación, a pesar de haber subido algunos centenares de votos, con un joven partido y las actividades realizadas, centralmente en las estructuras de trabajadores, como municipales, ministerios, escuelas, judiciales, etc; sumado al trabajo en los barrios y los nuevos compañeros que comenzaron a sumarse, no hacen otra cosa que confirmar la necesidad y el espacio para construir una verdadera alternativa socialista y anticapitalista.
Seguramente éste es el desafío más importante que tenemos los luchadores en la nueva etapa que se abre, frente a un gobierno que se debilita y los miles que están buscando una verdadera alternativa, una nueva izquierda, que se levante no como una colateral parlamentaria de izquierda, sino como un fuerte polo, capaz de unir a miles, construyendo un nuevo proyecto político, sin sectarismos ni autoproclamación, capaz de afrontar las tareas de la unidad y la diversidad que ésta contiene.
En este camino estamos comprometidos los socialistas del MST, desde antes y después de las elecciones.
Dirección Provincial
MST-Nueva Izquierda